No castigues a tu hijo con TDAH o TEA por algo que es parte de su condición
Muchos padres castigan o regañan a sus hijos con TDAH o TEA por olvidos o distracciones, sin darse cuenta de que estos comportamientos son parte de su condición. En este artículo, exploramos por qué el castigo no es la solución y qué estrategias pueden ayudar a los niños a manejar mejor sus desafíos. ¡Descubre cómo apoyarlos de manera efectiva!
3/5/20252 min leer


No castigues a tu hijo con TDAH o TEA por algo que es parte de su condición
Si tu hijo tiene Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o Trastorno del Espectro Autista (TEA), regañarlo por cosas que forman parte de su condición no solo es injusto, sino que también puede empeorar su ansiedad y aumentar las posibilidades de que tenga una crisis.
¿Por qué regañarlo no funciona?
Cuando un niño con TDAH olvida cosas, se distrae o parece no prestarte atención, no lo hace a propósito. Es parte de su neurodiversidad. Sin embargo, muchos padres, en su frustración, terminan gritándoles o castigándolos, sin darse cuenta de que esto solo genera más estrés y menos aprendizaje.
Imagina que olvidas algo importante, como apagar la estufa, y en lugar de ayudarte a encontrar una solución, alguien te regaña. ¿Te ayudaría? Probablemente no. A los niños con TDAH o TEA les pasa algo similar, pero con mayor frecuencia y con una sensación de culpa que puede ser paralizante.
Enseñar estrategias en lugar de castigar
En lugar de regañar, lo mejor que puedes hacer es enseñarles herramientas para que puedan manejar sus desafíos. Algunas estrategias útiles incluyen:
Uso de libretas o notas adhesivas: Pueden anotar lo que no deben olvidar y revisar sus apuntes antes de salir de la escuela o de casa.
Alarmas o recordatorios en el celular: Para cosas cotidianas como tomar medicinas, hacer tareas o prepararse para una actividad.
Rutinas visuales: Usar imágenes o listas en un lugar visible para recordar pasos importantes.
Reforzamiento positivo: En lugar de criticar lo que olvidaron, felicítalos cuando recuerden algo sin ayuda.
La clave: Adaptarse, no castigar
TDAH y TEA son condiciones de por vida. No se trata de “curarlas” ni de hacer que los niños sean como los demás, sino de ayudarles a desarrollar estrategias para que puedan enfrentar sus retos sin sentirse constantemente juzgados.
Enseñarles a adaptarse es el mejor regalo que puedes darles. No castigues lo que no pueden cambiar, ayúdalos a encontrar la manera de sobrellevarlo.